Accidente del vuelo AI171 de Air India
El asiento 11A: de superstición a símbolo de supervivencia 1q4y36
El único superviviente del accidente de avión con destino Londres-Gatwick se sentaba en el asiento 11A 6w2c11
Publicada 13/06/25 12:33h

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El asiento 11A, hasta ahora conocido en el sector aéreo por las molestias que genera a ciertos pasajeros, vuelve a estar en el centro de la atención. En las últimas horas, ha cobrado relevancia tras el accidente de avión del vuelo AI171 de Air India, en el que han fallecido 241 personas. El único superviviente del siniestro, ocurrido el pasado jueves poco después del despegue desde Ahmedabad con destino a Londres-Gatwick, ocupaba precisamente ese asiento.
Se trata de Vishwash Kumar Ramesh, ciudadano británico de 40 años, quien viajaba junto a su hermano en el Boeing 787-8 Dreamliner. La aeronave se estrelló a las 13:39, hora local, apenas cinco minutos después de despegar, y se incendió tras el impacto. Según informaron medios locales, el siniestro dejó 169 víctimas indias, 53 británicas, siete portuguesas y un canadiense.
En el mundo de la aviación, las supersticiones acompañan a pasajeros y tripulaciones desde hace décadas. Desde quienes tocan el fuselaje del avión al embarcar, como gesto para atraer la buena fortuna, hasta quienes evitan sentarse en filas con el número 13, las creencias populares marcan incluso la configuración de las aeronaves.

Varias aerolíneas han optado por eliminar esa numeración de sus cabinas, y en compañías como Lufthansa o Alitalia tampoco existe la fila 17, dado que en Italia ese número se asocia con la mala suerte.
En medio de estas supersticiones, un asiento en particular se ha ganado una reputación peculiar: el 11A. Aunque muchos lo buscan creyendo que disfrutarán de una vista privilegiada al tratarse de un lugar junto a la ventana, se suelen llevar una decepción.
Sobre todo en los Boeing 737-800 de compañías low cost como Ryanair, donde el sistema de aire acondicionado obliga a suprimir o reducir al mínimo la ventana junto a ese asiento.
Ahora, el 11A suma a su historia un episodio que ha sacudido al sector y a la opinión pública. El accidente del AI171 vuelve a poner en primer plano este asiento, que pasa de ser motivo de pequeñas incomodidades a quedar asociado a un hecho extraordinario: la supervivencia de su ocupante en una de las mayores tragedias aéreas recientes.
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